28 junio, 2012

Sólo esperaré.


Y sólo queda esperar, sí; esperar. Esperar  el momento correcto, el mes, la hora, el día perfecto para verle. Para que eso que tanto se nombra se convierta en nada, para que la distancia sea una simple palabra de 9 letras, para tenerle enfrente y poderle besar por todo ese tiempo en el que no has podido hacerlo; porque en ese momento no te darían ganas de gritarle al mundo lo mucho que le amas, en ese momento sólo querrás susurrárselo al oído las veces que sean necesarias. Para abrazarle por todas esas noches de soledad en las que sólo él te ha hecho falta y no ha estado a tu lado, para mirarle a los ojos, sonreírle; para pasear de su mano o simplemente pasar unos minutos, unas horas a su lado; unas horas que se pasarían como minutos o unos minutos que se pasarían como segundos, pero que más da, si mientras que él estuviese a mi lado todo me daría igual.
El problema está ahí, que todo me daría igual; pero…¿Si se enamora de una chica en la que la distancia no es un obstáculo?¿Que hago yo? Aquí estaría, en la puta punta de la isla viéndole ser feliz con la otra, ¿Por qué? Porque como siempre hago me miento a mi misma y me digo que todo esta bien, que no me pasa nada, que esto es sólo otro rasguño más cuando seré consciente de que esa situación me estaría arrancando el alma a sangre fría. Porque le quiero y no le quiero perder NUNCA, porque quiero que esto nunca suceda, porque me hace feliz, de una manera especial, porque no hay persona como él yo no le quiero perder; quiero luchar y voy a luchar.
Esperaré el momento correcto, el mes, la hora, el día perfecto para verle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario